Viktor Puzakov, responsable de marketing global de Videojet Technologies, analiza los problemas de seguridad general y seguridad de productos en el sector de las bebidas, así como la forma en que las técnicas inteligentes de codificación abierta y encubierta permiten a los fabricantes resolverlos.

El sector de las bebidas, al igual que todos aquellos que fabrican productos destinados al consumo humano, está oficialmente regulado, controlado y analizado en términos de calidad y seguridad de los productos. Más allá de esto, la calidad de una oferta de mercado de una marca a se ve sometida a un análisis constante por parte del público, cuya voz se escucha cada vez más y mejor en las plataformas de medios sociales.

El descontento (o peor, los problemas de seguridad de los productos) se hará viral en seguida antes de que los medios se puedan hacer eco de ello, lo que provoca un impacto perjudicial y costoso en las ventas y relaciones públicas. Cada vez son más las marcas que deben lidiar también con la falsificación, lo que podría provocar el mismo impacto empresarial, ya que los clientes creen que, pese a la baja calidad, los productos son originales. Por supuesto, a este impacto también hay que sumarle la pérdida de ingresos de explotación debido a los falsificadores.

Cuando se trata de seguridad, la trazabilidad es un elemento clave facilitado por la codificación y el marcado. Además, goza de una importancia especial en una época en la que la retirada de un producto puede tener un impacto significativo en la reputación. Según la Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés) la trazabilidad de un producto consiste en realizar un seguimiento del historial, la aplicación o la ubicación de un elemento o actividad por medio de identificación grabada.

Esta función permite al fabricante y al cliente final saber de dónde proceden los suministros y conocer las distintas fases a las que se ha sometido un producto en su recorrido por la cadena de suministros minorista. Asimismo, permite identificar productos de un lote sospechoso y retirarlos de forma rápida y eficaz. Las impresoras de inyección de tinta, por láser y de transferencia térmica (TTO) pueden utilizarse con el fin de imprimir barras y códigos de matriz para la trazabilidad de los productos. La velocidad de la línea de producción, la resolución, el tipo y el color del sustrato indicarán qué tecnología es la mejor para cada caso; este aspecto se determina fácilmente al trabajar con un proveedor experto de soluciones de codificación y marcado.

La lucha contra los falsificadores mediante la codificación inteligente

Aunque la falsificación no se limita al alcohol, este suele considerarse un objetivo de interés habitual para los falsificadores por una serie de razones socioeconómicas. En 2017, Europol incautó 26,4 millones de litros de alcohol falsificado y la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido especifica la mala calidad del envasado y etiquetado con las cuatro "P" en la detección de alcohol falsificado. Como resultado, las medidas de envasado contra la falsificación (como la codificación inteligente, abierta y encubierta) están adquiriendo cada vez más importancia a la hora de luchar contra la actividad de los falsificadores.

La codificación inteligente mejora los códigos de lote básicos mediante la modificación y verificación de caracteres específicos en dichos códigos mediante software algorítmico. Por ejemplo: solo con quitar el punto central de la tinta de una "X", es posible hacer que los códigos sean mucho más difíciles de replicar para terceros no autorizados.

La codificación abierta, como los códigos marcados por láser, es permanente y, por tanto, es casi imposible de quitar para los terceros, mientras que los códigos encubiertos son completamente invisibles para todos, excepto para los socios de distribución autorizados. Las tintas ultravioletas (UV) e infrarrojas (IR) pueden aplicarse mediante la tecnología de inyección de tinta continua o de inyección de tinta térmica. A continuación, se leen estos códigos encubiertos mediante las tecnologías de visión disponibles.

Al llegar a la caja de envío, el marcado de caracteres grandes (LCM) con inyección de tinta puede imprimir las imágenes y códigos (como códigos de barras) de alta calidad directamente en la caja. Si se combina con el software adecuado, cuando un minorista autorizado escanea un código de barras, la información de recepción se registra de forma electrónica. Al añadir códigos inteligentes a lo largo del proceso (desde el nivel de envasado pasando por el de la caja de envío), es posible verificar los productos sin la necesidad de abrir la caja. Toda la información se almacena dentro de este código final. Este proceso de adición constituye un elemento clave para proteger las cadenas de suministro y aumentar la visibilidad necesaria.

El sector de las bebidas debe trabajar de manera inteligente para estar al tanto de las amenazas a la seguridad general y de los productos a las que se enfrenta. La codificación y el marcado serán componentes esenciales para asegurarse de que los productos son trazables, así como lo suficientemente difíciles de copiar para los falsificadores. Las ventajas de la implementación de soluciones de codificación inteligente van más allá de la minimización del riesgo de pérdidas de beneficios: ayudan a los productores de bebidas a asegurarse de que están protegiendo el bienestar de quienes más les importan: los consumidores que compran sus productos.