La creciente demanda de vinagre blanco llevó a Charbonneaux-Brabant, un actor clave en el envasado de condimentos y aderezos, a instalar una línea completa de PET de Sidel en su nueva planta de producción en Vauvert, en el sur de Francia. Ahora embotella allí vinagre blanco en envases de 1 L y de 1.5 L, con el elevado nivel de flexibilidad que requieren su cadena de suministro y su red de distribución.

Desde hace algunos años, se registra un auge en el uso del vinagre blanco en Francia y en toda Europa: esta tendencia ha aumentado especialmente debido a que el producto se utiliza cada vez más como un artículo de limpieza natural y eficaz, en lugar de solo emplearlo para la preparación de alimentos; en términos generales, este hecho confirma una adopción más amplia de elementos no artificiales para el cuidado del hogar. Entre los productos naturales para la limpieza, como el bicarbonato de sodio o el alcohol isopropílico, el vinagre blanco sigue siendo una opción muy asequible dentro de un mercado de alta competitividad.

Charbonneaux-Brabant, una empresa fundada por la familia Charbonneaux en la ciudad de Reims en 1797, es un actor histórico en la elaboración de vinagre natural y artículos de limpieza que, últimamente, comenzó a envasar y distribuir productos, solventes y agentes químicos sin alcohol. En el pasado, la capacidad de fabricación de Charbonneaux-Brabant estaba respaldada por tres plantas en Francia: su sede histórica en Reims (en el este del país) y otros centros de producción ubicados en Carvin (en el norte) y en Nantes (en el oeste). «Todos estos sitios estaban casi saturados y no contaban con la capacidad para enfrentar la creciente demanda de vinagre blanco sin el riesgo potencial de incurrir en un déficit de producción», explica Loïc Dionis, Industrial Director de Charbonneaux-Brabant.

Al evaluar la situación de las tres fábricas existentes, Charbonneaux-Brabant deseaba dar una respuesta a la presión que estaba sufriendo en cuanto a la capacidad, mientras también seguía construyendo sus redes en un mercado en el cual los costos de distribución representan una limitación considerable y la producción local es una de las claves del éxito. Loïc explica: «Hemos decidido ampliar nuestra planta en Vauvert, en el sur de Francia, donde antes solo producíamos vinagre en barriles».

A la hora de establecer una nueva sala de envasado, Charbonneaux-Brabant consideró meticulosamente su peculiar posición en el mercado: la empresa se encuentra en la intersección de diversas necesidades industriales, desafíos y fuentes de inspiración. Por un lado, el vinagre en cuanto alimento sigue siendo un producto para el cual se pueden aprovechar los procesos de envasado del PET, que son muy similares a los de los aceites comestibles, las salsas y los aderezos; por el otro, el vinagre blanco que se utiliza para el cuidado del hogar tiene un alto nivel de acidez que afecta la estructura de los equipos y, en parte, incluso el proceso.

Loïc Leon, Key Account Manager de Sidel, explica: «Charbonneaux-Brabant deseaba ser una de las primeras empresas en aplicar la metodología y el enfoque de los sectores del aceite comestible y del agua, en los cuales el soplado de botellas de PET integrado a la línea y las soluciones llave en mano son elementos clave para proporcionar rendimiento gracias a una línea completamente automática, de alta velocidad y flexible para la producción del vinagre».

El actor principal en el envasado de condimentos y aderezos debía encarar un reto adicional: implementar una producción flexible mientras, paralelamente, sincronizaba el suministro y la instalación de una flamante línea completa de PET, además de la propia construcción de la fábrica, que estaba sucediendo al mismo tiempo. Loïc Dionis subraya las necesidades de flexibilidad y agilidad que debían abordarse: «Nuestros productos —que se venden en dos formatos de botellas diferentes, 1 L y 1.5 L— se distribuyen con nuestra propia marca, pero también con las etiquetas de diversos supermercados y marcas blancas.

Asimismo, las botellas se agrupan en paquetes de seis, nueve o doce, ya sea en cartones planos envolventes completos o en película retráctil. Por último, necesitábamos diez configuraciones de paletizado diferentes con cuatro patrones de palés». Por lo tanto, era preciso tomar en cuenta dos factores fundamentales para esta línea: la capacidad de hacer frente a la amplia gama de combinaciones que se procesan, con la consiguiente velocidad de cambio de formato, así como la repetibilidad de este proceso.

Con el fin de satisfacer los requerimientos del cliente, Sidel suministró una línea completa de PET con los beneficios de su enorme experiencia en los sectores del aceite comestible y del agua, al tiempo que aplicó sus conocimientos integrales de la industria del cuidado del hogar. La línea, que en este momento funciona a 23 000 botellas por hora con un 90 % de eficiencia, cuenta con una Sidel Matrix™ Combi, que contribuye a la reducción del tamaño y de los costos operativos. Gracias al sistema de vacío del que dispone en la parte superior de la llenadora, puede aspirar el vapor ácido y así evitar el desarrollo de corrosión en la sección de soplado.

Sidel brindó más respuestas al requerimiento de Charbonneaux en materia de alta flexibilidad para la producción a través del suministro de una etiquetadora de encolado en frío, que gestiona con eficiencia un gran número de etiquetas. Para respaldar las necesidades del cliente en materia de embalaje secundario, Sidel entregó una solución de enfajado que incluye dos máquinas que funcionan en forma paralela: una empacadora continua para cartones planos envolventes completos, con una velocidad de 37.5 cajas/min, y una enfajadora que empaqueta las botellas en película retráctil. Para el fin de línea, y con el objetivo de respetar plenamente la integridad de los paquetes, se instaló un paletizador capa por capa que cuenta con un sistema electrónico fiable y seguro de alimentación espaciada. Por último, la línea también incluye transportadores con lubricación seca y el sistema completo de control y trazabilidad de las operaciones con marcado, verificación de peso, impresión de cajas y etiquetado de paquetes y palés.

«En líneas generales, estamos muy satisfechos con la facilidad de operaciones, fiabilidad y flexibilidad que ofrece la solución. Valoramos la fluidez de todas las etapas del proceso, desde el periodo anterior al contrato hasta la gestión del proyecto y la posventa, ya que interactuamos con un solo interlocutor en cada fase. Esto nos permitió enfocarnos más en la construcción del edificio, que se estaba ejecutando al mismo tiempo. Sentí una verdadera confianza en la capacidad de Sidel para satisfacer nuestras expectativas y nuestros plazos y debo decir que su asistencia en la planta durante la puesta en servicio y después fue realmente fantástica», concluye Loïc Dionis.

La nueva línea completa de PET puede adaptarse al aumento de capacidad necesario para manejar las proyecciones positivas respecto de las ventas del vinagre blanco, lo que permite a Charbonneaux cumplir con sus ambiciosos planes.